La OTAN relevó a los Estados Unidos en el mando de las operaciones en Libia.

Tomó la responsabilidad de los ataques aéreos para proteger a los civiles del régimen de Gadafi.

Es debido a los fuertes cruces y divergencias respecto de la estrategia y el mando político de las operaciones en el país norafricano.

Por su parte, la CIA respalda con acciones encubiertas a los insurgentes desde hace semanas, según informó el diario “The New York Times”.

En tanto, Muamar el Gadafi sufre nuevas deserciones, pero mantiene la ofensiva militar, aunque adaptándola a sus condiciones de inferioridad respecto de las fuerzas occidentales: ahora implementa prácticas de guerrilla para evitar se detectados a tiempo por la tecnología europeo-americana.