Las fuerzas adictas a Muamar el Gadafi recuperaron el último bastión que mantenían los rebeldes al oeste de la capital libia.

Se trata de Zuwara, a cincuenta kilómetros de la frontera con Túnez.

Además, continúan su avance sobre el este, donde se abroquelan los opositores al “guía de la revolución”.

Francia es el país que exhorta a las principales potencias de la necesidad de intervenir a favor de los insurgentes e imponer una zona de exclusión aérea para mitigar la superioridad tecnológica de Gadafi.

La segunda idea propuesta también por el Reino Unido y la Liga Árabe.

El Consejo de Seguridad de la ONU discutió ayer la iniciativa a puertas cerradas pero sin llegar tampoco a ningún acuerdo.

Mientras tanto, las fuerzas de Gadafi se acercaron a sólo ciento setenta kilómetros de Bengasi, la población de un millón de personas que es el núcleo de la rebelión.