La Gran Barrera de Corral sufre un "proceso masivo de blanqueamiento" por el cambio climático
Este icónico sistema de arrecifes, que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros, alberga una gran diversidad de vida marina. El blanqueamiento de los corales, que se ha repetido 7 veces desde 1998 y 5 desde 2016, se debe a las altas temperaturas del agua.
La Gran Barrera de Coral de Australia está atravesando un proceso masivo de blanqueamiento, un fenómeno causado por el cambio climático que ha llevado a la pérdida de color de los arrecifes, según las autoridades del país. Este icónico sistema de arrecifes, que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros, alberga una gran diversidad de vida marina.
El blanqueamiento de los corales, que se ha producido en siete ocasiones desde 1998 y cinco veces desde 2016, se debe a las altas temperaturas del agua. Este fenómeno ocurre cuando las temperaturas marinas superan en un grado Celsius la media a largo plazo, lo que provoca que los corales expulsen las algas que viven en sus tejidos, perdiendo así sus colores vibrantes y adquiriendo un tono blanco enfermizo.
Los científicos del gobierno confirmaron el daño tras sobrevolar 300 arrecifes cercanos a la superficie. La Autoridad de la Gran Barrera indicó que no era necesario realizar más estudios para evaluar la gravedad del deterioro. Expertos han advertido que si las temperaturas marinas no disminuyen pronto, es probable que grandes cantidades de coral mueran.
El cambio climático está ejerciendo una presión significativa sobre la Gran Barrera, y eventos previos de blanqueamiento en otras regiones, como Florida y el Caribe, han causado una alta mortalidad de corales. Aunque algunas especies de coral pueden recuperarse si las temperaturas del agua descienden, los expertos señalan que los procesos de blanqueamiento son tan frecuentes que los arrecifes apenas tienen tiempo para recuperarse por completo.
La situación de la Gran Barrera ha generado tensiones entre el gobierno australiano y el Comité del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que ha amenazado con incluir el arrecife en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro. A pesar de ello, hasta ahora, la diplomacia y la presión desde Australia han evitado que esto suceda.