En el llamado "domingo de los cuatro papas", Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro del Vaticano. La misa fue oficiada por el papa Francisco. En las primeras filas, el pontífice emérito, Benedicto XVI, asitió a la celebración.

"Fueron dos hombres valientes, llenos de la parusía del Espíritu Santo, que dieron testimonio a la Iglesia y al mundo de la bondad y la misericordia de Dios. Conocieron las tragedias del siglo XX, pero no fueron derrotados por ellas. Más fuerte en ellos fue la fe en Cristo, redentor del hombre y Señor de la Historia", recordó Francisco en su homilía.

Como cada santo, los dos papas tendrán una fecha en el calendario litúrgico. La de Juan XXIII será el 11 de octubre - en homenaje a aquella jornada de 1959 en que comenzó el Concilio Vaticano II - mientras que la festividad de Juan Pablo II será el 22 de octubre, fecha en que se inició su pontificado.