La Cámara de Representantes de Utah, Estados Unidos, sancionó una ley que autoriza el uso de un pelotón de fusilamiento para ejecutar a los presos condenados a muerte en caso de que el estado no disponga de inyecciones letales, con lo que agregó un método más de eliminación de personas que fue calificado como "más humano" por el legislador republicano que impulsó la medida. Por la nueva norma y aunque el estado decretó en 2004 la inyección letal como el método para las ejecuciones, los condenados a muerte antes de ese año todavía pueden "elegir" si prefieren hacerlo así o por fusilamiento.

Utah es, de hecho, el último estado norteamericano que ejecutó a un condenado a muerte por fusilamiento: fue el caso de Ronnie Lee Gardner en 2010, que optó por ese método. El representante republicano Paul Ray, quien impulsó la iniciativa, defendió el fusilamiento, al que calificó como una opción más "humana" que una inyección defectuosa. De acuerdo a los datos del Centro de Información de la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés) Utah tiene solamente nueve presos a la espera de la pena capital, lo que lo ubica como uno de los estados con menos condenados en el corredor de la muerte y ninguno de ellos tiene programada su ejecución para antes de 2017.

Desde que la pena capital se reinstauró en Estados Unidos en 1976, solo tres de los 1.402 presos ejecutados lo fueron por fusilamiento: dos en Utah y uno en Oklahoma. Oklahoma también tiene aprobado el fusilamiento como una opción en caso de que las inyecciones se declaren inconstitucionales. En 2011 los estados empezaron a tener problemas con el suministro de las sustancias que se usan en las inyecciones después de que la empresa estadounidense Hospira dejó de producir el componente esencial de la mezcla. Desde entonces, los estados fueron probando nuevas fórmulas, que el año pasado fallaron en tres ocasiones provocando sufrimiento prolongado en el preso antes de la muerte.

Por ese motivo, algunos estados como Oklahoma o Florida tienen suspendidas sus ejecuciones a la espera de que el Tribunal de Justicia de Estados Unidos dictamine si es legal el uso de uno de los componentes que fallaron en 2013. Aunque todos los estados que aún aplican la pena de muerte optan por la inyección letal como método de ejecución, muchos también amplían su inhumano menú de opciones con la silla eléctrica o la cámara de gas.