La historia de Princesa emocionó al mundo entero poco después de haber sido rescatada del estrecho de Gibraltar en una precaria embarcación en la que no viajaban sus papás. A la bebé, de apenas diez meses, no la reclamaba nadie, se había quedado sola.

Lloraba, tenía fiebre, frío, hambre y seguramente mucho miedo. Los voluntarios que la recibieron decidieron llamarla Princesa. Ahora se sabe que su nombre real es Fátima, según cuenta hoy el diario español El País.

La reconstrucción que pudieron hacer las autoridades españolas, de acuerdo a los adultos que llegaron con ella en el bote de goma, es que los papás de la bebé habrían mantenido un fuerte forcejeo con policías en Marruecos antes de que la embarcación zarpara y no pudieron subirse. Se quedaron en tierra. Y Princesa se quedó sola. Con ella cruzaron los 15 kilómetros que separan Marruecos de España otras personas, entre ellas dos embarazadas y dos bebés. Cuando la rescataron, Princesa estaba empapada, temblaba del frío y tenía fiebre. Cuenta el mismo medio que los papás de la niña ya pudieron ser localizados y que ahora se analiza la manera de volver a reunir a la familia.

Mientras tanto, voluntarios que la cuiden no faltan. Ni bien llegó el martes al puerto de Tarifa, luego de recibir un jarabe antitérmico para bajarle la fiebre, la tuvo entre sus brazos María Angeles, quien le dio dos mamaderas antes de que durmiera sin pestanear unas seis horas. Ese mismo día, cuenta El País, pasó la noche en la casa de otra voluntaria de la Cruz Roja. Los dos hijos de la mujer y Princesa jugaron hasta quedar agotados. 



Fuente:El País