Lo llamativo es que la noticia sobre la identificación de transacciones sospechosas no fue esta vez un trascendido periodístico sino un anuncio oficial del Vaticano. Un gesto de transparencia que fue muy bien recibido por la prensa italiana.

Al presentar el primer informe de la Autoridad de Información Financiera del Estado Pontificio (AIF), organismo creado por Benedicto XVI en 2010 para controlar las actividades monetarias y comerciales de los establecimientos vaticanos, su director, el experto suizo René Brülhart, anunció que pronto dispondrá de más medios para supervisar el IOR (nombre oficial del Banco Vaticano), cuestionado por varios escándalos.

En lo que hace a los seis casos detectados el año pasado en el marco del esfuerzo que está haciendo la Santa Sede para aplicar todas las reglas financieras internacionales, el funcionario precisó que dos de ellos eran lo suficientemente graves como para ser remitidos al procurador del Vaticano para la apertura de una investigación, pero no dio precisiones sobre los casos en cuestión.

El Vaticano se ha comprometido a buscar una mayor transparencia, mediante el cumplimiento de las normas internacionales, para combatir delitos tales como el financiamiento del terrorismo, el blanqueo de dinero sucio y el fraude fiscal. En julio pasado, un informe de Moneyval, la estructura del Consejo de Europa que supervisa estos temas, estimaba que el IOR, si bien había hechos progresos en materia de transparencia financiera, debía aún llevar adelante importantes reformas.

Reconociendo que “nada es perfecto en este mundo”, el experto suizo aseguró que el Vaticano está decidido a cumplir con las exigencias de Moneyval, en particular sobre una mejor supervisión de las operaciones del IOR. “En las próximas semanas, tendremos una nueva legislación sobre la cual podrá apoyarse la AIF”. Este mes, la AIF cerró un acuerdo de intercambio de informaciones sobre las transacciones financieras dudosas con el Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN), la autoridad norteamericana en la materia, para “reforzar la cooperación bilateral en los intercambios de informaciones financieras” con los Estados Unidos.