Zheng Qingyue fue destituido de su cargo de presidente del Puerto de Tianjin, por su responsabilidad en la cadena de explosiones que ocurrieron el 12 de agosto en depósitos de esas instalaciones del norte de China y que causaron 173 muertos y más de 700 heridos. El ahora ex presidente, que fue investigado y acusado de negligencia, también perdió su puesto como director del Centro de Comercio y Transporte Internacional de Tianjin, el principal puerto marítimo del norte de China y el décimo con mayor tráfico del mundo, informó hoy el diario Global Times.

La destitución allana el camino a su procesamiento judicial y el de su asistente, Li Hongfeng, principal responsable de seguridad del puerto, por incumplimiento del deber de ambos. Las investigaciones determinaron que la administración del puerto no hizo cumplir las normas de seguridad que requiere el almacenaje de sustancias peligrosas, como las 700 toneladas de cianuro de sodio altamente tóxico que se cree desencadenaron la explosión.

El siniestro, uno de los más graves ocurridos en China en los últimos años, ocurrió en una terminal de contenedores de transporte donde se almacenaban de forma irregular unas 3.000 toneladas de productos químicos peligrosos. Muchas de las víctimas fatales eran bomberos que fueron a combatir un incendio declarado en el puerto por una primera explosión en los depósitos, y que se vieron sorprendidos por una segunda deflagración aún mayor.