El primer ministro británico, David Cameron, presidía este jueves a primera hora de la mañana una reunión de crisis para estudiar el refuerzo de medidas de seguridad en Londres después de que dos hombres con discurso islamista asesinaran con armas blancas a un soldado el miércoles en un barrio la capital británica.

El gobierno británico ya anunció el miércoles un refuerzo de la seguridad en el puesto militar de Woolwich, el barrio londinense donde se cometió el asesinato, así como en todos los cuarteles de la capital británica.

El comité de emergencia COBR, también conocido como COBRA, ya se reunió el miércoles, aunque no estuvo presidido por Cameron porque éste se encontraba en París.

Una fuente del gobierno confirmó además a la AFP que la víctima es "un miembro de las fuerzas armadas" británicas.

El jefe de Scotland Yard, Bernard Hogan-Howe, precisó por su parte el miércoles por la noche que los dos agresores fueron heridos por la policía antes de ser detenidos y hospitalizados y que un equipo antiterrorista está investigando el asesinato.

Dos hombres de raza negra atacaron el miércoles por la tarde a un soldado vestido de civil en una calle de Londres, armados con varios cuchillos de cocina y un cuchillo de carnicero.

Ambos permanecieron en el lugar del crimen, invitando a los viandantes a fotografiar o filmar a la víctima.

La cadena de televisión ITV mostró imágenes filmadas por un testigo de uno de los dos agresores en las que decía: "Juramos por Alá todopoderoso que nunca dejaremos de combatiros".

El primer ministro británico calificó el asesinato de posible "acto terrorista".