La Procuraduría General de la República (PGR), la fiscalía mexicana, anunció del rescate de 462 niños que vivían en condiciones de maltrato en una casa hogar de la ciudad de Zamora, Michoacán, al occidente de México.

Los menores, además de por lo menos 138 adultos, eran obligados a pedir limosna en las calles o realizar trabajos forzados dentro del albergue.

Las autoridades documentaron además que abusos sexuales, golpes y maltrato psicológico se producían en el lugar, que era considerado hasta ahora como uno de los más prestigiosos por su trabajo en favor de niños abandonados.

"Vivían entre chinches, ratas", dijo el procurador Jesús Murillo Karam.

Según la agencia de noticias EFE, los bebés que nacían en el centro eran registrados como hijos de la fundadora, "sin permitir que los padres pudieran llevar alguna tutela de los menores argumentando que los dejaría ir al cumplir la mayoría de edad".

Este martes la PGR realizó una operación especial en el sitio, llamado La Gran Familia, donde encontró entre los rescatados al menos a cinco niños que estaban reportados como desaparecidos y que fue la motivación original de la operación policial.

De acuerdo con Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR citado por la agencia EFE, la operación tuvo su origen en "al menos 50 denuncias contra los administradores de esta casa, principalmente la señora Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, por privación ilegal de la libertad".