Un atacante suicida a bordo de un auto cargado con explosivos se estrelló contra la academia de policía de la capital yemení, Saná, y al menos 33 personas murieron y más de 50 resultaron heridas. Al momento del ataque, las víctimas aguardaban su turno para inscribirse en la academia de formación de agentes del orden.

Hasta ahora, ningún grupo se ha atribuido el ataque, aunque según la misma fuente, lleva el sello del grupo Al Qaeda, conocido en Yemén como Ansar al Sharía. La mayoría de los aspirantes que esperaban fuera del edificio eran miembros del movimiento chiita de los hutíes, seguidores de Abdel Malek al Huti y también conocidos como Ansar Alá.

Según el acuerdo alcanzado el pasado 21 de septiembre entre los hutíes y las autoridades yemeníes, después de que los primeros irrumpieran en Saná y tomaran varias zonas de la capital, los hutíes tienen derecho este año a 150 plazas en la academia de policía. El pasado septiembre, los milicianos de Ansar Alá tomaron el control de la capital tras semanas de protestas por la suba del precio de los combustibles.

De acuerdo al pacto alcanzado con el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, gracias a la mediación de la ONU, Hadi se comprometió a formar un nuevo gobierno de consenso y a garantizar una mayor participación de los hutíes que, por su parte, acordaron retirar sus milicias de la capital. Sin embargo, sus hombres armados continúan afianzando su presencia en Saná y extendiéndose por más provincias del centro del país, donde han encontrado la resistencia de tribus locales y del grupo extremista Al Qaeda en la Península Arábiga, que ha redoblado sus ataques contra los hutíes.