El mecánico del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace advierte en una carta difundida hoy sobre el posible hundimiento del buque anclado en la bahía del puerto ruso de Múrmansk, donde él y otros 29 activistas de la ONG están en prisión, debido al fallo de los generadores y de otros equipos vitales.

"Les pido que valoren la posibilidad de dejar que me encargue del barco para evitar problemas graves y, en el peor de los casos, su hundimiento", dice la carta que fue leída por representantes de la filial rusa de Greenpeace en rueda de prensa.

El mecánico, el holandés Mannes Ubels, que ha sido acusado de piratería por el Comité de Instrucción de Rusia al igual que los otros 29 tripulantes del barco, asegura que el generador que alimenta de electricidad al barco dejará pronto de funcionar y con él los principales sistemas del "Arctic Sunrise".

Ubels advierte que si eso sucede, "el barco no tendrá sistemas de señalización de averías" y que "las filtraciones de agua en la sala de máquinas no dispararán las alarmas".

"Nuestro barco ha sido apresado y se encuentra bajo su zona de responsabilidad (...), como mecánico jefe del barco, es mi deber advertirse sobre posibles riesgos", señala.

Ubels asegura que si no se toman medidas con urgencias, el daño será irreparable, y el buque tendrá que ser reparado, lo que supondrá un alto costo para Greenpeace.

"Según los especialistas de Greenpeace, no se descarta que el buque se hunda. Uno de los generadores se ha parado. El segundo puede pararse, si en el barco no hay personal cualificado", dijo Dmitri Artamonov, activista ruso de la organización ecologista.

En caso de hundimiento, en la bahía de Múrmansk se verterían 200 toneladas de diesel.