La artista japonesa Yoko Ono, viuda del malogrado Beatle John Lennon, ha mostrado su "sorpresa" y "agradecimiento" a Paul McCartney por haber admitido, 40 años después, que ella no fue la causante de que se separara el mítico cuarteto de Liverpool.

Durante décadas el mundo del rock ha considerado que fue la influencia de Yoko Ono, esposa del cantante y guitarrista Lennon cuando se disolvió el legendario grupo británico, la que eventualmente llevó a la desaparición de los Beatles en 1970. Paul McCartney dijo el pasado año en una entrevista que "sin duda Yoko no rompió a los Beatles".

Ahora, en declaraciones hechas a The Times, la japonesa ha admitido su sorpresa ante esa admisión: "Me quedé en shock. Pensé ¿Ahora dices eso, después de 40 años?". No obstante, Ono consideró que las declaraciones de McCartney "estuvieron muy bien. En el ambiente que el mundo ha creado para nosotros, para él no ha sido fácil decir algo así", dijo.

Ono, que se casó con Lennon en 1969, ha sido con frecuencia muy criticada por los incondicionales seguidores de los Beatles por su influencia sobre el músico que, según ellos, motivó el final del cuarteto. La pareja se embarcó en numerosas protestas públicas contra la guerra de Vietnam y juntos colaboraron en varios álbumes "avant-garde".

En esa época, quizá la más fructífera artísticamente, los músicos grababan a horas distintas para no cruzarse, y cuando intentaron refundar el grupo juntándose nuevamente a crear en los estudios, el resultado fue el malogrado documental Let it be, del que sólo se conocieron algunas canciones con la banda ya separada.

Antes, para el álbum blanco, Lennon, enterado de que su socio dilecto del grupo había dicho que Ono era "fea como un mono", escribió el sardónico rocanrol "Todos tienen algo que esconder, excepto yo y mi mono".

Yoko Ono y John Lennon vivían juntos en Nueva York cuando Mark Chapman disparó fatalmente a Lennon, el 8 de diciembre de 1980 y actualmente el asesino se encuentra preso en una cárcel de esa ciudad.