Por Laura Caragliano

Más de 25.000 espectadores corearon la música inoxidable de ABBA en sus versiones en castellanos. Una puesta en escena impecable y un sonido que el teatro Opera Citi explota a lo grande.

Público de más de una generación se crió con las canciones pegadizas de ABBA que hablan sobre el amor y la amistad en varios idiomas espera ansioso que se prendan las luces.

Cuando los primeros acordes suenan los ojitos de los espectadores comienzan a brillar ansiosos de escuchar esos temas que inevitablemente provocan el zarandeo de alguna parte del cuerpo.
No hubo quien no moviera un piecito, la manito, asintiera con la cabeza al compás de la música mientras el despliegue de trajes, colores, bailarines de primera línea comienzan a rodar una historia llena de canciones de esas que todos conocemos.
Las voces de los protagonistas hacen vibrar los corazones de los argentinos y al final de la obra tres temas suenan para que el público pueda saltar de sus butacas, aplaudir y bailar al ritmo de la compañía de baile que el Teatro Opera citi supo aprovechar.

Este domingo se despide Mama mía de la calle Corrientes, un musical que nada tiene que envidiar a Broadway.