Aunque se separó hace un año y medio, Karina Jelinek no puede sacarse de encima el nombre de su ex marido Leo Fariña. La modelo abrió la puerta a que le pregunten de él cuando contó que próximamente va a dejar el departamento ubicado en Avenida del Libertador y San Martín de Tours.
 
La propiedad fue embargada en mayo luego de que el juez federal Sebastián Casanello procesó al empresario en la causa por presunto lavado de dinero contra el empresario Lázaro Báez. Hubo versiones que decían que ella podía ser desalojada. "Yo me voy por lo que lo decido yo y acordé así. Era una propuesta que me hicieron. Acepté y dije 'me voy'", contó Jelinek sin dar demasiados detalles.
 
"Este departamento tiene muchas sopresas. Siento que en cualquier momento explota algo. Ya me hartó, quiero irme con mis cositas. Yo trabajo y puedo alquilarme una cosita", agregó.
 
Actualmente, Fariña está detenido en la cárcel de Ezeiza por "evasión agravada e insolvencia fiscal fraudulenta agravada". ¿Qué dijo Karina de eso? "No le deseo lo peor. Hice mucha terapia. Para no llevar esa mochila en la espalda lo perdono. Ya con lo que está pasando, creo que lo está pagando".
 
Además, contó que en enero, cuando ella estaba en Punta del Este y él todavía no estaba en prisión, el empresario le mandó mensajes de texto: "Como que quería volver. Me escribió un montón de mensajes y ahí reconoció que me me mintió y me pidió perdón".
 
Y sobre el final de la nota, reveló que está sola, que no quiere comprometerse con nadie, como si negara la relación con Juan Soler, el empresario con el que se la vio de vacaciones en Miami. "Me fijaría en alguien más grande, más maduro", aseguró.