Por Laura Caragliano



Rodolfo Mederos regresó con todo, tras unos problemas de salud que mantuvieron silenciados sus bandoneones. Pero el ciclo de conciertos que cerró en el Centro Cultural Torquato Tasso demostró que la música es el mejor remedio para cualquier enfermedad.

El bandoneonista de 72 años, se presentó con un extenso repertorio con citas al tiempo fundacional del tango (Eduardo Arolas, Vicente Greco), pero a la vez con énfasis en la forma orquestal de los años dorados, que protagonizó como fueye de Osvaldo Pugliese.

No hizo más que bajarse del escenario y se subió a un avión porque el Festival Cali de Cámara lo esperaba para la noche de apertura en Colombia.

Pero el compositor no tiene descanso y ya viaja a México porque allí lo espera su trío y el poeta Juan Gelman para presentar tres funciones del espectáculo “Del amor” que ya hicieran en 2011 en Argentina en una gira que incluyó Córdoba, Santa Fe, Rosario, Mendoza y dos funciones a sala llena en el Teatro Cervantes de Buenos Aires.