Se lleva a cabo el séptimo día de paro en los puertos de Rosario.

Los trabajadores siguen a la espera de una respuesta de las aceiteras a su reclamo de un cambio de status colectivo de trabajo que equipare los sueldos en un mínimo de cinco mil pesos.

Las empresas amenazan con suspender operarios tercerizados, lo que ocasionaría un endurecimiento de la protesta.

La Unión Industrial criticó la metodología utilizada por la CGT San Lorenzo, que durante meses fue ninguneada por los empresarios en vanos intentos de negociaciones propuestos a través diversos intermediarios (como el gobernador santafesino, Hermes Binner).

Cerca de cuarenta y cinco buques no pueden ingresar al puerto rosarino, lo que representa alrededor de cincuenta mil dólares de pérdida diarios por cada nave.

En tanto, miles de trabajadores tercerizados se ven perjudicados por la falta de medidas de seguridad en las plantas (que causaron nueve muertes en los últimos meses) y porque se los enrola en un convenio colectivo que no es el que les corresponde, y por el cual acceden a un básico que es la mitad de lo que cobrarían si estuvieran bien catalogados.

Por Continental, el gerente de la Cámara de Comercio de San Lorenzo, Gabriel Abbo, arguyó que “no es la CGT la que debe discutir salarios”, sino que “debe analizarlo cada gremio con los empresarios”.

"Estamos en un problema de interpretación. Consideramos que esto no es legal. No se puede parar una empresa cuando hay negociaciones colectivas y paritarias", planteó en Magdalena Tempranísimo, aunque no hizo mención de los meses negándose a dialogar por parte de la Cámara.