"Logramos lo que pocos creían y eso nos deja tranquilos porque trabajamos mucho y nos hicimos muy fuertes en los momentos difíciles para sobreponernos a todo", dijo el subcapitán del Racing campeón.

El cambio de mando a manos de Diego Milito no se tradujo en una lucha de egos. De esas batallas internas a las que se han acostumbrado algunas figuras del fútbol doméstico que priorizan su individualidad por encima de la esencia de un grupo. Al contrario, para Saja el desembarco de Milito significó un alivio y, a la vez, una responsabilidad. "La importancia de Diego fue automática.

Una vez que llegó a Racing todos nos encolumnamos detrás de su jerarquía", precisa el jugador de 35 años. Y añade: "Su presencia fue fundamental para llegar al título. El fútbol necesita de jugadores como Milito, como [Sebastián] Verón. El fútbol precisa jugadores que se involucren porque le dan un plus a sus equipo y en Racing sucedió eso. Milito generó un cambio drástico, dentro y fuera de la cancha. Y en los momentos complicados, asumió el liderazgo para dar la cara por todo el grupo".