Harta de encarar sola esta lucha contra la violencia en el fútbol argentina, la fundadora de la Salvemos al fútbol decidió dar un paso al costado. "Me siento una estúpida. ¡Basta! ¡Me cansé! No hay vuelta atrás", sentencia desde el inicio la carta que publicó Mónica Nizzardo, explicando su decisión.

Se fue el 2012 y se llevo consigo el último esfuerzo de la titular de la ONG. "Puse lo mejor de mí, desde energía, tiempo y dinero, pero no pude. Me saturé. No le encuentro la vuelta para que esta lucha me siga haciendo feliz, sino por el contrario me siento una estúpida, entonces me retiro", señaló la exdirigente de Atlanta y apuntó: "Tuve un sueño y fui tras él, pero me saturé".

"La perversidad del fútbol argentino es extrema, todos la reconocen, pero como si se tratara de una enfermedad terminal, sin cura, donde en vez de buscar un antídoto, tratan de vivir con ella, y en ella de la manera más óptima posible, como si la hubiera", agregó Nizzardo por Radio Continental.

Por su parte, cargó contra el Gobierno: "CFK minimizó la violencia del fútbol, desligando la responsabilidad de los problemas de las tribunas a los árbitros y metiendo en la misma bolsa a los amantes del fútbol y a los delincuentes del fútbol, confundiendo fanatismo, con negocio espurios", dijo y señaló que hay un acuerdo tácito entre el estado nacional y Grondona para alejar a Salvemos al fútbol de la lucha contra las barras en la Argentina.