Fue una final de esas que no se olvidan jamás. Cuando Atlético Madrid estaba por gritar campeón por primera vez en la Liga de Camepones, Sergio Ramos le arruinó la fiesta con un cabezazo en el tercer minuto de descuento. Igualó el encuentro y en tiempo suplementario, con otro tanto de cabeza, esta vez de Gareth Bale, y goles de Marcelo, y Cristiano Ronaldo, Real Madrid por fin consiguió lo que tanto buscó: La Décima. Se trata de la Champions N°10 para los merengues, que no se coronaban desde 2002.

Iker Casillas es el único sobreviviente de aquella definición. Además, Carlo Ancelotti lo logra por tercera vez en su carrera (las otras dos fueron con Milan en 2003 y 2007). Diego Godín, también en juego áreeo, y tras una mala salida de Casillas, había anotado el 1-0 en el primer tiempo.

El partido comenzó muy disputado en la mitad de la cancha. Sin Diego Costa, que se fue lesionado a los 9 minutos del primer tiempo, Atlético Madrid perdía una carta clave en su ataque. Y el equipo del Cholo Simeone conseguía neutralizar la tremenda ofensiva de los merengues con el tridente Di María - Cristiano - Bale.

En el complemento, Real Madrid fue con toda su artillería a buscar el partido. Atlético, ya más cansado y sin armas en el ataque, sólo resistía. Los últimos 10 minutos fueron un monólogo de los de Ancelotti, que avanzaban una y otra vez sobre el área del gran arquero belga Courtois. Hasta que en el minuto 48 de la parte final, Ramos le dio un enorme golpe a su clásico rival. Los colchoneros no se pudieron sobreponer del empate de Real. En el alargue sólo aguantaron los primeros 15 minutos. Después, en lo segundos 15, los merengues lo remataron con goles de Bale, de Marcelo, y después de Cristiano, de penal. Fue un justo ganador Real Madrid y Atlético fue un guerrero incansable, de esos que nadie quiere enfrentar.


Fuente Canchallena.com