Varios líderes de ambos partidos del Congreso, entre ellos el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, han atacado la decisión del Comité Olímpico nacional de permitir que los atletas usen los uniformes confeccionados en China durante la ceremonia de apertura de las justas olímpicas el próximo 27 de julio.

Preguntado al respecto, un portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, señaló que "no se trata de un asunto gubernamental" porque el Comité Olímpico opera con fondos privados.

Sin embargo, Obama "cree en la alta calidad de los productos hechos en Estados Unidos... y eso incluye la ropa confeccionada en Estados Unidos", dijo Earnest a los periodistas que viajan con el mandatario a varios actos electorales en el estado de Virginia.

En todo caso, Earnest consideró que esta controversia "no debería distraer la atención de la ardua labor y preparación de los jóvenes atletas" en la justa deportiva.

Preguntado sobre si Obama insiste en ropa confeccionada en EEUU, Earnest replicó: "No he revisado las etiquetas".

El jueves, Reid sugirió que las autoridades estadounidenses deberían quemar los uniformes porque fueron hechos en China.
"Creo que el Comité Olímpico debería sentir vergüenza, y creo que debería tomar todos los uniformes, ponerlos en una pila, quemarlos y empezar de nuevo", enfatizó Reid.

Durante una rueda de prensa convocada precisamente para analizar una propuesta demócrata para la creación de empleos, Reid señaló que existe una necesidad de crear empleos en el sector de textiles de Estados Unidos, por lo que "lo que el Comité Olímpico hizo está absolutamente equivocado".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, coincidió con Reid en que el Comité Olímpico debió mostrar mejor juicio.

Los uniformes en cuestión, con los colores rojo, azul y blanco de la bandera estadounidense, serán utilizados para las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos el próximo 27 de julio.

Aunque fueron diseñados por el modista estadounidense Ralph Lauren, los uniformes fueron confeccionados en China.
El Comité Olímpico defendió en un comunicado emitido el jueves su decisión, que incluye el uso de los uniformes para las ceremonias de clausura.

"Al contrario que la mayoría de los equipos olímpicos en todo el mundo, el de Estados Unidos se financia con fondos privados y estamos agradecidos por el apoyo de nuestros patrocinadores", dijo su portavoz Patrick Sandusky.

"Estamos orgullosos de nuestra alianza con Ralph Lauren, una compañía estadounidense emblemática, y nos entusiasma que los mejores atletas de EEUU compitan en los Juegos de Londres", agregó.

Además, Sandusky señaló en su cuenta de Twitter que, aparte de que la controversia le resulta ridícula, Ralph Lauren "apoya financieramente a nuestro equipo" y es "una empresa estadounidense que apoya a atletas estadounidenses".
La controversia sobre los uniformes, similar a la suscitada durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, surge en unos momentos en que tanto Obama como su rival republicano, Mitt Romney, se lanzan acusaciones mutuas sobre el traslado de empleos estadounidenses a fábricas en el exterior.