El médico de Independiente , Luis Chiaradía, explicó este martes que Claudio Morel Rodríguez presenta "escoriaciones en las dos rodillas" y "marcas de perdigones", tras la revisión que le efectuó al jugador luego del incidente que tuvo ayer el defensor paraguayo con la policía bonaerense.

"Lo vi bien de ánimo, pero presenta escoriaciones en las dos rodillas, lesiones compatibles con las marcas de perdigonadas en el maléolo externo (parte inferior del peroné) y en la cara posterior del tobillo izquierdo, traumatismo en el malar (pómulo) y en la zona intercostal derecha", señaló el facultativo.

El médico del plantel del `rojo` añadió que "las lesiones de la rodilla de Morel fueron producidas por fricción con el asfalto, las del tobillo por impactos de balas de goma".

"Está cubierto con antibióticos, mañana (por este martes) vamos a determinar lo que puede o no hacer, por lo cual no sé cuándo podrá jugar. De ánimo lo vi bien, tiene una fuerza bárbara que le va a permitir salir adelante", completó Chiaradía, con lo que prácticamente descartó que el defensor esté el sábado venidero ante Boca Juniors en el cotejo por el cuadrangular de verano, a jugarse en Mar del Plata.

Este martes por la mañana, Morel Rodríguez no acudió al entrenamiento y se quedó descansando en su casa, luego de los golpes que recibió el lunes, en el marco de un confuso episodio policial que derivó en su detención por más de 8 horas en una comisaría de Sarandí.

"No fue a entrenarse. Está descansando en su casa. Se repone bien de los golpes, por suerte", informó este martes Gonzalo Mayo, abogado del jugador paraguayo. "Todavía acusa dolores en las costillas y una lesión en el tobillo. No sé cuándo volverá a las prácticas", reveló el letrado, quien comentó que la causa "seguirá su curso".

Morel Rodríguez abandonó en la víspera la práctica del `Rojo` en el predio de Villa Domínico y vivió una poco frecuente situación, al ser perseguido por policías de civil, que pretendieron detenerlo para efectuar un control.

El futbolista, pensando que se trataba de "secuestradores", evitó parar y aceleró su camioneta, en la que también iban sus dos hijos y un sobrino, generándose una persecución de más de 30 cuadras.

"La situación ya se sabe. El venía del entrenamiento, lo cruzó una camioneta que él no pudo identificar como un móvil policial. Por eso no paró", puntualizó Mayo.