Cuando parecía que este martes el bahiense Manu Ginóbili iba a conseguir su cuarto anillo en la NBA, Miami Heat exhibió como local una notable reacción en el último segmento, igualó sobre la hora en 95 y en la prórroga ganó 103-100, por lo que forzó un séptimo partido y habrá que esperar hasta el jueves para saber cuál de los dos equipos será el campeón. "Después del partido no puede dormir en toda la noche", relató por Radio Continental Leandro Ginóbili, hermano de Manu.

"Fue un final dramático, un partido para el infarto. San Antonio no tuvo la suerte para ganar y tuvo errores que pueden costar un partido", agregó.

La producción de Ginóbili esta vez distó de ser de las mejores, dado que aportó nueve puntos (2-5 de campo y 4-6 libres) y sufrió ocho pérdidas.

Los texanos terminaron arriba en el tanteador en el segundo y en el tercer espisodio, pero en el cuarto los anfitriones levantaron su producción, con aportes fundamentales de Le Bron James y Ray Allen, para llegar a dar vuelta momentáneamente el resultado, hasta que Ginóbili y Parker dieron la impresión de que volvían a reacomodar la situación e iban a garantizar la victoria de los Spurs, pero no fue así.

Sobre la hora del tiempo regular Allen igualó las acciones en 95 y así hubo que recurrir a un tiempo suplementario para definir un juego electrizante. En ese infartante alargue los locales tuvieron más aciertos y menos errores y por eso celebraron el 103-100 que les permitirá disponer de una nueva chance el jueves.

Los Spurs este martes perdieron el primero de los períodos, por 27-25, pero en el segundo respondieron con eficacia y al imponerse 50-44 empezaron a inclinar la balanza hacia lo que daba la impresión podía ser el triunfo determinante, en especial porque en ese primera mitad Tim Duncan lució rutilante y fue autor de 25 puntos.

El tercer segmento concluyó 75-65, pero en semejante nivel la diferencia todavía de ninguna manera alcanzaba como para considerarla definitiva. Por eso en el cuarto episodio los anfitriones afilaron su ataque en procura de una victoria que les permitiera extender la serie a un séptimo cotejo.
Fue entonces que la brecha se redujo peligrosamente para los intereses de los texanos.

Le Bron puso el 82-82 a siete minutos del epílogo y las acciones se complicaban cada vez más para los texanos, que eran incapaces de mantener la solidez defensiva. Duncan se secaba y Ginóbili y Parker procuraron enderezar el rumbo, pero el triple de Allen sirvió para el valiosísimo 95-95.

En la prórroga Miami se apoderó definitamente de la dramática jornada al establecer el 103-100 con que al menos postergó el sueño de San Antonio.