Juan Román Riquelme fue infiltrado y sería exigido a fondo en el entrenamiento del miércoles para resolver si podrá jugar el domingo próximo ante Banfield, en la Bombonera, partido en el cual su equipo puede lograr su vigésimo quinto título profesional.

Riquelme, quien padece una fascitis plantar en el pie izquierdo, fue infiltrado este lunes y martes, en el último tramo de la práctica realizada en el predio de Casa Amarilla, caminó alrededor del campo de juego y realizó ejercicios de elongación.

El ídolo de la hincha xeneize no juega desde la décimo primera fecha, en la cancha de Boca ante Belgrano, el 16 de octubre último, cuando fue reemplazado por Leandro Gracián a los 54 minutos.

Otro regreso que podría producirse el domingo en el cual Boca puede ser campeón ante de iniciar su partido -si Tigre no le gana a San Lorenzo (comienza a las 17)-, sería el de Sebastián Battaglia. El mediocampista, que podría jugar 5 o 10 minutos ante Banfield, volvería luego de una larga inactividad tras sufrir una osteocondritis en el tobillo derecho y pasaría a ser el jugador que más títulos ganó con la casaca de Boca: 17.

Por su parte, el delantero Nicolás Blandi no desarrolló actividad física ya que estuvo en el consultorio kinesiológico con el fin de acelerar su recuperación de la distensión que padece en el aductor izquierdo.