Por Guillermo Caporaletti desde Sevilla (Exclusivo para Continental.com.ar)



Se acerca el viernes y crece la ansiedad aquí en Sevilla. Los dos equipos trabajan a full para encontrar la puesta a punto final, los últimos entrenamientos a cara de perro, para ajustar el saque, los golpes desde el fondo, la solidez que todos sueñan encontrar a partir del viernes. Albert Costa, capitán español, ya tiene todo confirmado, aunque no lo ha dicho.

Sus singlistas en la primera jornada serán Rafael Nadal y David Ferrer. Por su parte, Tito Vázquez, lo tiene claro pero juega a las escondidas. No quiere confirmar nada, pero los jugadores para el viernes serán Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco. Para el dobles del sábado, de no surgir nada extraño, jugarían Nalbandian y Eduardo Schwank para Argentina.

El sorteo será determinante para ver quien juega en primer lugar, si Pico o Delpo. Por reglamento debe jugar el primero contra el segundo, es decir, Nadal vs. Mónaco y Delpo vs. Ferrer, pero será muy importante conocer quién abrirá la serie de esta apasionante final. Se vienen dos partidazos! Y será clave para el futuro del match.

Argentina deberá ganar por lo menos un punto para llegar con vida al domingo. Le tenemos fe. Hay material para realizar una gran tarea.

Todos los que de alguna u otra manera están involucrados con la Copa Davis sueñan con levantar este maravillosos trofeo. Por qué no? Se hizo un trabajo muy serio, se entrenó muy duro aquí y en Buenos Aires.

Es la hora de un reconocimiento, de que se haga justicia. El mundo del tenis aclama que Argentina se merece ganarla. Hace muchos años que la persigue y siempre se le escapó. El propio presidente de la Federación Internacional de Tenis, el italiano Francesco Ricci Bitti, dice que Argentina se merece la Ensaladera de Plata.

Un esfuerzo para quedar en la historia. Un fin de semana que puede ser inolvidable. Cinco jugadores que pueden tocar la gloria, más todo el respaldo de otros tenistas que hicieron lo suyo en tantos años.

Ya falta poco. Para sufir, para gritar, para llorar...y quizás para festejar!