El seleccionado de fútbol de Argentina perdió hoy 2-0 ante su par de Brasil en el "Superclásico de las Américas" que se disputó en la ciudad china de Beijing. Los tantos brasileños fueron obra de Diego Tardelli a los 27 minutos del primer tiempo y a los 16 del segundo, mientras que Lionel Messi desperdició un tiro penal a los 41 minutos de la etapa inicial.

Martino paró un mediocampo con Pereyra y Lamela pensado como muy ofensivo, pero el aporte del ex Roma fue una sombra del que mostró como wing ante Alemania, y Pereyra aportó entusiasmo en los primeros minutos (los mejores de la Argentina) y se diluyó luego. En cuanto el conjunto de Dunga pudo presionar para recuperar la pelota en mitad de cancha, se notaron los desequilibrios defensivos de la albiceleste: Masche y los laterales descubiertos, los centrales saliendo a cortar a la desesperada. 

La ilusión Argentina se encendió con los primeros segundos, pero con el correr de los minutos el equipo se fue reduciendo a destellos en degradé de Di María y, en menor medida, de Messi, que no encontró nunca socios. Es destacable lo mal que jugó el Kun Agüero, que tiró a la azotea todos los varios remates de gol de que lo proveyó el equipo.

El Brasil de Dunga se pareció al de la década anterior: sin mucho brillo, agrupándose en el medio y tratando de generarse espacios de contra, y con una contundencia demoledora para hacer la ventaja, aunque luego careció de la misma para decorar un 3 o 4 a 0 que hubiera reflejado más nítidamente lo que ocurrió en el campo de juego.