Las chinas batieron la mejor marca mundial en dos ocasiones: primero en la ronda de clasificación (32,447 segundos), y más tarde en la primera fase, antes de la final, para dejarlo establecido en 32,422 segundos.

A las alemanas les valió un tiempo de 32,798 segundos para subir a lo más alto del podio en el velódromo del Parque Olímpico de Stratford, al este de la capital británica.

Las chinas, que perdieron la final por la descalificación de los jueces, se llevaron la plata, mientras que el bronce fue para las australianas Anna Meares y Kaarle McCulloch.