No dejes que termine el día, sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte.  Es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario, no dejes de creer que las palabras y la poesía si pueden cambiar al mundo. Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. Somos seres de pasión. La vida es desierto y oasis, nos derriba, nos lastima, nos enseña,  nos convierte, nos muestra nuestra propia historia. 
 
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa, tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar porque en sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: El silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes: "¡Emito mis alaridos por los techos de este mundo!", dice el poeta. Valora la belleza de las cosas simples. Si puede hacer bella la poesía sobre las pequeñas cosas pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vivela intensamente, sin mediocridad. Piensa en ti, que estás en el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte, las expresiones de quienes nos precedieron, de nuestros poetas muertos. Te ayudarán a caminar por la vida. 
 
La sociedad de hoy somos nosotros, los poetas vivos. No permitas que la vida pase por ti sin que la vivas. No permitas que la vida pase por ti sin que tu pases por la vida. Este es un bellísimo poema de Walt Whitman, un hombre muy admirado por esta que os habla. Él fue un escritor y poeta norteamericano, considerado el padre de la poesía moderna aunque su influencia, como se ha visto con los años, no tuvo límites geográficos. Poeta, ensayista, periodista, sobre todo humanista. Controvertido, en especial por algunos de sus textos que fueron considerados obscenos por su gran apertura sexual. He elegido este texto por más motivos, más allá de que me haya gustado me hizo reflexionar profundamente sobre una palabra que aparece en él: "día", que son 24 horas. El día es relativo y las horas también. Cuando pasan rápido, se extienden, cuando pasan muy lento, se contraen. No es lineal el tiempo pero este no es el tema de esta noche. 
 
El tema es que hoy puede ser un ejemplo de lo que es tu vida habitualmente.  Y te pregunto: ¿Elegiste el día de hoy? ¿viviste el día de hoy? ¿sentiste apasionadamente el día de hoy? ¿disfrutaste del día de hoy? ¿Te diste conciencia y cuenta de qué estás viva? ¡de que estás vivo, de que respiras, de que estás en este planeta, de que eres un privilegiado, de que puedes mirar,  puedes tocar, que puedes ver, degustar, puedes amar, puedes sentir, gritar, correr, de que puedes apasionarte con la vida...  

Me preguntaban hace un par de días en Londres qué era para mi la vida y de pronto me vino la palabra "pasión". Solo estamos vivos cuando lo que hacemos lo hacemos desde la pasión. Cuando el tiempo pasa tan raudo que no te das ni cuenta, no puedes ni mirar el reloj porque no tiene el sentido del latir de tu corazón, de la sintonía de tu vida. ¿Qué has hecho con tu vida? La pasión es la que convierte tu vida en vida. Y te pregunto, lo que haces habitualmente, cómo vives, ¿es con pasión? ¿es esta una noche de fracasados? ¿es la depresión un asunto de gente fracasada? 
 
Lo que pasó, pasó, nadie nos va a devolver el día de hoy. Este día primaveral, veraniego, en la ciudad de Buenos Aires. Hace el mismo calor que en Europa. Estés donde estés, me escuches donde me escuches, aunque tengas frente a ti una monumental Luna, o en la cueva más profunda donde uno pueda hallarse en si mismo. Hasta la depresión la vives con pasión. ¿Tienes pasión en tu depresión, intensidad absoluta?  Sentir, latir, disfrutar, degustar, apasionarse.  Si renuncias al mundo por un fracaso, no has renunciado auténticamente.  La pregunta es ¿estás renunciando a tu vida por un fracaso: porque no te gusta lo que haces, porque crees que no hay salida, porque lo has intentado muchas veces, porque te cuesta sonreís, porque ya no vibras, no lates, no sientes con la persona que tienes al lado, porque estás deseando gritar, ¡gritar! ¡no puedo más con esta vida,  ya no puedo más! ¡no quiero más esta vida! ¿eres capaz de decir eso? ¿eres capaz de gritar eso? ¿eres capaz de zarandearte y decir: ¿pero qué estoy haciendo con mi vida por dios? Pasan las horas, los días, los años, los besos, y sigo en la misma caja, en el mismo lugar, como si fuera un muerto.... 
 
La pasión, esta es una noche de pasión....