Samsung pidió en un comunicado a los dueños del celular Galaxy Note 7 que apaguen el equipo en forma inmediata y dejen de usarlo, al tiempo que frenaba sus ventas en todo el mundo. Es mientras investiga nuevos reportes de explosiones y fuego de al menos cinco unidades de este equipo.

"Hemos reajustado recientemente los volúmenes de la producción para llevar a cabo una exhaustiva investigación y un control de calidad, pero al considerar prioritaria la seguridad del consumidor, hemos tomado la decisión final de parar la producción", indica la compañía surcoreana en un comunicado.

El anuncio causó que el mayor fabricante mundial de smartphones se hundiera en la Bolsa de Seúl, donde su acciones cayeron más de 7 por ciento (su mayor desplome en ocho años) ante los temores a que este episodio dañe severamente su salud financiera.