La intención de Dilma Rousseff de que el Mundial de Brasil exponga un claro mensaje contra la discriminación sumó un aliado trascendente. La propia presidente del país organizador contó que el papa Francisco enviará un mensaje alusivo que será leído durante la ceremonia de apertura que precederá al duelo entre el local y Croacia en San Pablo.

"Hablé con el papa sobre nuestra disposición de convertir la Copa en un hito mundial contra el racismo y él estuvo de acuerdo con nuestra propuesta", contó Rousseff a los medios brasileños. Luego agregó: "El Papa lamentó no poder venir al partido de apertura, pero ofreció enviar el texto para ser leído antes del partido por un jugador". Además, la presidente aclaró que también mantiene conversaciones con líderes "de todos los segmentos religiosos" para que emitan mensajes similares durante la Copa del Mundo.