La cocaína, los psicofármacos y la soledad en el alma asesinaron a Jazmín de Gracia y a Witney Houston. Sus muertes jóvenes que tanto rebote periodístico han tenido, tal vez nos sirvan para hablar del poder destructivo feroz que tienen las drogas. Para levantar un cartel gigante de alerta. Para que los padres no miremos para otro lado. Para que la sociedad no oculte el tema. Para que el estado se haga cargo.

Solo hace falta darse una vuelta por el Servicio de Toxicología del Hospital Fernández para darse cuenta de la gravedad y la profundidad del desastre. Pibes cada vez más pibes llegan con intoxicaciones cada vez mas graves. Le doy un dato: con 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre no se puede manejar. El control de alcoholemia no le permite seguir. Repito: solo con 0,5 gramos. Con 2,5 gramos la persona ya esta tan borracha que no puede mantener el equilibrio. Zigzaguea al caminar y choca contra las paredes. Repito: con 2,5 gramos por litro. Con 4,5 gramos ya está en coma alcohólico. Así llegan muchos jóvenes de menos de 20 años a la guardia del hospital.

En coma alcohólico. Antes de ir a bailar. Solo con esa costumbre nefasta e incomprensible que llaman “la previa”. ¿Previa de que? No se chupan producto de una noche en la que disfrutan con amigos y amigas un asado o bailar en un boliche. No, se meten el alcohol casi a presión, compulsivamente, con el único objetivo de emborracharse. Es absurdo por donde se lo mire. Se intoxican antes de ir a divertirse y no como consecuencia de la diversión.

Han llegado al hospital casos extremos con chicos con 6 gramos de alcohol por litro de sangre. Son pacientes graves que tienen que hemodializar. ¿Quién es el responsable de esto? ¿Qué cultura de mierda les metieron en la cabeza ¿ ¿Cómo podemos permitir que se suiciden todas las noches un poquito? ¿Qué tipo de cariño y contención les falta? ¿Qué nos están gritando? ¿Qué necesitan? Y hablo del alcohol porque siempre esta presente y es el primer paso.
 
Ahora lo mezclan con las mal llamadas bebidas energizantes. ¿Qué mierda van a energizar? Son estimulantes que retardan el efecto del alcohol. Entonces pueden seguir tomando hasta que entran en una intoxicación aguda grave. Ese alcohol, ese estimulante en latita, en muchos casos se suma a la cocaína y al clonazepam que juegan una carrera espantosa hasta la muerte.

Aspiran cocaína que les dá euforia pero como quedan duros, contracturados, con taquicardia, palpitaciones aceleradas y angustias incontrolables, entran en crisis paranoicas. Para combatir todo eso se dan con el medicamento que es un depresivo del sistema nervioso y asi necesitan más cocaína para sentir algo. Es una competencia entre el euforizante y el depresivo que les liquida las neuronas y los hace caer en un sueño anestésico. En las sobredosis. En los accidentes. Así se mueren. Así son asesinados. Así se matan. Así se suicidan. ¿Cómo es la forma mas precisa de decirlo? Por 25 pesos consiguen un gramo de merca, blanca, o clorhidrato de cocaína. Hay 600 mil cocainómanos en Argentina.

Por 5 pesos, una dosis de paco que les dura 15 minutos y que por eso los fantasmas humanos que van quedando llegan a consumir hasta 100 dosis de paco por día. Hay 180 mil consumidores de paco que como no tienen plata hacen cualquier cosa por conseguirla. Robar primero y matar después es algo que ni saben que están haciendo. Les quema la cabeza. Les tritura sus neuronas. Les derrite el cerebro. Hay una confusión fundacional: creer que la alegría o la felicidad está en un producto químico. Comprar esa mentira criminal de que el aburrimiento o la tristeza no son situaciones normales que tenemos que transitar y aprender a superar. No existen los comprimidos de vida. No hay una pastilla mágica de la felicidad.

Son hijos de puta los que te dicen que en un polvo blanco o en litros de alcohol vas a encontrar algo más que la degradación humana. Son los culpables de un genocidio silencioso. Mira lo que le pasó a Jazmín. Tenía todo y no encontró nada. Mira lo le pasó a Witney Houston. Barbra Streissand dijo que su voz y su talento nos llenaban de felicidad, esa felicidad que ella no pudo encontrar. Es que buscan en el lugar equivocado. Jamás vas a encontrar la alegría en la basura de la droga. El peor veneno no puede hacer otra cosa que envenenar. Estamos hablando de nuestros hijos, carajo. De los tuyos y de los mijos.

De los hijos de esta sociedad que merecen algo mejor que morir drogados. Que estos gritos no queden en el desierto. Rezo una plegaria colectiva por la vida. Para matar a la droga antes de que la droga nos maten a nosotros.