La designación del papa Francisco fue, sin dudas, uno de los hechos más destacados de este año. A partir del 13 de marzo pasado, el arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio se convirtió en el primer jefe de la Iglesia argentino y ganó una increíble relevancia a nivel global. Así lo reconoció la revista Forbes, que lo ubicó como la cuarta persona más poderosa del mundo en su ránking anual.

La lista también trajo otra sorpresa: el presidente ruso, Vladimir Putin, desplazó a su par estadounidense, Barack Obama, como el hombre más poderoso del mundo. Forbes justifica su decisión de colocar a Putin como el nuevo hombre fuerte a nivel mundial porque "continúa solidificando su control sobre Rusia y el escenario internacional".

Detrás del mandatario ruso y Obama se ubican el presidente chino, Xi Jinping, el papa Francisco y la canciller alemana, Angela Merkel, en ese orden.

El papa Francisco es uno de los tres latinoamericanos que forman parte de la lista. Los otros dos son el magnate mexicano Carlos Slim, "el hombre más rico del mundo", que figura en el puesto 12; y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ubicada en el 20° lugar.

La revista estadounidense tomó en cuenta cuatro factores para seleccionar a 72 personas entre los 7200 millones de habitantes del mundo: sobre cuánta gente ejercen poder; los recursos financieros bajo su control; si tienen influencia en más de una esfera; y cómo utilizan de manera activa su poder para cambiar el mundo