El papa Francisco presidió en El Vaticano la misa de Pascua y pidió "ponerle fin a años de sufrimientos y divisiones", ante decenas de miles de fieles que siguieron atentos su mensaje, pese a que por momentos debieron soportar una fuerte lluvia.

En un contexto mundial de violencia, el líder de la Iglesia católica pidió por la paz en todas las regiones de conflicto, a las que enumeró una por una: apuntó al conflicto entre palestinos e israelíes; la violencia en Libia, Yemen y Ucrania; y recordó a los jóvenes asesinados en Kenya.

"Imploremos al Señor resucitado la gracia de no ceder al orgullo que fomenta la violencia y las guerras, sino que tengamos el valor humilde del perdón y de la paz. Pedimos que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y la violencia", expresó el Papa.
En ese contexto "encomendó con esperanza" a Dios el acuerdo sobre el programa nuclear iranífirmado en Lausana el 2 de abril "para que sea un paso definitivo hacia un mundo más seguro y fraterno".

Mientras daba su bendición a la ciudad y al mundo -denomindada urbi et orbi-, Francisco señaló: "Imploremos la paz para todos los habitantes de Tierra Santa. Que crezca entre israelíes y palestinos la cultura del encuentro y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimientos y divisiones".