La Bombonera estaba repleta un lunes por la noche. No era la final de la Copa Libertadores, ni la última fecha del campeonato en la que Boca podría consagrarse campeón.  El marco era el mismo, pero no se jugó ningún partido. Volvió un jugador que nunca se fue del corazón Xeneize.

Tevez,  vuelve a vestir la “azul y oro”.

Carlitos se mostró feliz, pero no se quebró. Sabe que a partir del sábado (debutaría ante Quilmes) comenzarán a juzgarlo por su desempeño en el campo de juego y que absorverá la presión de un público que hace rato no festeja un título. 

Diego Maradona en la cancha. El Diez ocupó su palco y le dedicó una bandera, que le llegó a Tevez en el campo de juego. "Vos sos el más grande, gracias papi", le dijo  a través de los altoparlantes, a quien fuera su entrenador en la Selección Argentina durante el Mundial de Sudáfrica 2010.

"Físicamente estoy mejor que nunca y en mi mejor momento futbolístico, en plenitud y contento. Si era por mí, jugaba ayer mismo, y como no pude jugar, me entrené como lo hago siempre", dijo Tevez, quien afirmó que "el objetivo es ganar campeonatos y ganarle a River, para eso vine", tras recordar que "con esta camiseta gané títulos y copas internacionales, y de eso no me puedo olvidar".