La tecnología llegó a los bares de la mano de una novedosa tarjeta que permite que los clientes se sirvan cerveza desde un dispenser con un lector inteligente. Así funciona esta suerte de "Sube de la cerveza".

El cliente adquiere esa prepaga en el bar, carga un monto determinado y luego se acerca hasta el lector que identifica el saldo y habilita el servicio.

A medida que la persona se sirve, un medidor en tiempo real indica cuánto dinero le queda disponible.

El sistema por ahora se encuentra sólamente habilitado en cervecerías en Palermo y Olivos.