"La noticia del día es este principio de acuerdo con los holdouts o fondos buitres para poner fin a quince años de default. Aquel default fue declarado entre aplausos por el presidente Rodríguez Saá. Después hubo distintas etapas, con un gran aporte de Néstor Kirchner y Roberto Lavagna, y se decidió que cualquier litigio por esos bonos iba a tener como jurisdicción Nueva York. ¿Lo hizo porque era un cipayo? No: porque no había otra alternativa. Pero quedaron los bonistas que no entraron; por eso se reabrió el canje en 2010 y quedó este grupo, que fue llevando adelante un juicio de 12 años en el Juzgado de Griesa, juicio que el kirchnerismo ignoró y ninguneó.

"El fallo de Griesa es injusto e inmoral, pero es el fallo que hay. Cristina nunca creyó que esto iba a terminar como terminó. Y la consecuencia para el país no ha sido gratuita, porque el desbarajuste económico del Gobierno de Cristina tuvo que ver con esta imposibilidad de acceder al crédito: ha costado falta de inversiones y falta de posibilidad de desarrollo de infraestructura, algo que la Argentina necesita si quiere ser un país federal con igualdad de oportunidades".