El secretario de Prensa de la UTA, Mario Calegari, advirtió por Continental que “No sabemos si habrá micros (por ómnibus de larga distancia) en las vacaciones”. En Magdalena Tempranísimo, reclamó “el cumplimiento del aumento decretado por el Ministerio de Trabajo”. Desde las cámaras empresarias pidieron “paciencia hasta que se implementen los nuevos subsidios”.

En mayo, durante una huelga de choferes de larga distancia que se extendió cinco días, el Gobierno dictó un aumento salarial del 23 por ciento en las paritarias del sector, trabadas durante meses por el lobby empresarial, que pretendía (y lo logró) volver a un esquema de subsidios. Pero el conflicto, no obstante, vuelve a recrudecer.

“Desde enero que venimos pidiendo el aumento que nos corresponde, pero las empresas se niegan a cumplir con las resoluciones del Ministerio de Transporte y de Trabajo”, insistió, como desde hacer meses, Calegari. “Por ahora no cobramos un peso, lo que genera mucha incertidumbre en el sector. De seguir, la situación nos empuja a realizar una medidas de fuerza, que no sabemos ni cuándo empiezan ni cuándo van a terminar. No sabemos si el servicio va a estar paralizado en las vacaciones de invierno”, admitió.

Desde la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI) pidieron “paciencia” a los trabajadores. “Entendemos al gremio, pero ellos también deben comprendernos. Cuando se decretó el aumento, el Gobierno dijo que iba a buscar medidas compensatorias para el sector, que está en una situación delicada. Se está trabajando en eso”, aseveró el vocero Gustavo Gaona.

“En el Ministerio de Trabajo se firmó un acta en la que nos comprometimos a pagar los aumentos una vez que se efectivicen los subsidios. Creemos que esto va a pasar en los próximos días”, aseguró el vocero, aunque añadió que “las compensaciones que ofreció el Gobierno alcanzarían unos 22 millones de pesos mensuales y el sector necesita entre 50 y 60 millones”.