Una sobreviviente de la tragedia de Once definió este lunes a la línea ferroviaria Sarmiento como "el tren de la muerte" al prestar declaración testimonial en el juicio oral por el siniestro del 22 de febrero de 2012, en el que murieron 51 personas.

Al reanudarse las audiencias en los tribunales de Retiro, los testigos precisaron los momentos que recordaban del trayecto entre Moreno y Once hasta que la formación chocó contra el paragolpe de la estación, y las condiciones en que viajaban a diario en ese ramal ferroviario.

"Es inhumano, un desastre total, es el tren de la muerte", declaró Edubijes Ocaranza ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) que lleva adelante el juicio.

La mujer dijo que subió en la estación Merlo luego de dejar pasar dos trenes repletos a los que no pudo subir y aseguró que pese a la saturación de los vagones "no existía" ninguna advertencia de seguridad a los pasajeros por parte de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).

En tanto, otra sobreviviente, Pamela González, coincidió con otros testigos en afirmar que el tren no consiguió frenar al arribar a la estación de Flores y que se pasó "casi un vagón" de la línea de detención.

En cuanto al momento del impacto, la mujer recordó que hubo "una explosión" y luego "se me vino la gente del furgón encima y caí al piso, me pasaban por arriba, no tenía fuerzas".

"Me levanté después de diez minutos y salí por una ventana, había gente atrapada entre los asientos", dijo.

Desde el 22 de abril cuando comenzaron a declarar los testigos cada uno dio detalles del espanto que sufrió durante el accidente y cómo fueron rescatados tras quedar atrapados varias horas entre cuerpos sin vida y asientos retorcidos.

Entre otros testimonios desgarradores, impactó la declaración de Norma Barrientos, cuya hija murió en la tragedia, quien aseguró que al pasar la estación Morón escuchó al maquinista Marcos Antonio Córdoba manifestar que los frenos "no funcionaban".

El viernes, los camaristas Jorge Tassara, Luciano Gorini y Rodrigo Gimenez Uriburu reclamaron al gobierno que "contemple la posibilidad de satisfacer el requerimiento" de asistencia "médica y psicológica" a los sobrevivientes.

El tribunal reconoció tácitamente "la necesidad de tal asistencia" en un oficio remitido al ministro de Salud, Juan Manzur, tras un pedido realizado por la querella que encabeza el abogado Gregorio Dalbón.

Además del motorman Córdoba, el juicio oral tiene otros 28 imputados, entre ellos los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, además de otros ex funcionarios kirchneristas y empresarios del grupo Cirigliano a cargo de la concesión del servicio de trenes al momento del siniestro.