Ocurrió en un restaurante situado en Vicente López y Ayacucho, en pleno corazón de Recoleta y ante la mirada de más de 30 personas, entre comensales y empleados, de la casa de comida.

Todo quedó grabado en una cámara de seguridad que tiene en el interior el comercio y que permitió reconstruir el robo que significó no solo la perdida del dispositivo móvil, sino la extracción de más de 1,5 millones de pesos a través de transferencias y compras por billeteras virtuales.