Poco después de las 11 de la mañana, en la reunión que mantiene los viernes en su oficina de Diagonal Sur con cámaras y representantes de la industria alimenticia, conocida como "La escuelita", comunicó que implementará en las próximas semanas una tarjeta de crédito oficial para utilizar en los principales puntos de venta, tanto en las grandes cadenas como en los supermercados chinos.

Este plástico sería excluyente, es decir que los consumidores que utilizan las tradicionales Visa, MasterCard o American Express, entre otras tarjetas, ya no podrán utilizarlas para hacer sus compras, de avanzar la medida.

De aplicarse, la medida afectará a diversos sectores, entre ellos, los clientes: en el país hay 17,8 millones de titulares de tarjetas con 27 millones de plásticos asignados, según el Banco Central.

Moreno también anticipó la continuidad del congelamiento de precios. "Puede seguir un mes, dos meses, hasta octubre?.", resumió frente a un auditorio silencioso.

De acuerdo con la comunicación de Moreno, el plástico será emitido por el Banco Nación, donde ayer dijeron no estar al tanto de la decisión. La entidad que conduce Juan Carlos Fábrega no hizo comentarios sobre la información. El funcionario tiene la intención de que el nuevo plástico tenga un uso cada vez más extendido. Se ilusionó, por ejemplo, con que se utilice en las estaciones de servicio de la estatal YPF.

Entre las empresas, las principales perjudicadas serán Visa (tiene más de la mitad del mercado), Mastercard y American Express, las marcas más importantes, pero también los diversos bancos que las emiten. A tal punto que entre los interlocutores habituales del funcionario especulaban ayer con que se podía tratar de un mensaje al sector financiero para que baje las comisiones que aplica a los comercios.

También para los supermercados el anuncio de Moreno fue una mala noticia. Uno de los ejecutivos del sector lo puso en estos términos: "Nos hace un agujero impresionante. Estamos todavía con la boca abierta y aún no empezamos a analizarlo", arrojó.

Moreno no alcanzó a seducirlos con la propuesta de una comisión muy baja.