“En no más de 30 días” ingresará al Congreso el proyecto de reforma del Código Civil que el Ejecutivo pidió que sea aprobado antes de fin de año.

La presentación del anteproyecto estuvo a cargo de la presidenta Cristina Fernández, acompañada por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien destacó los puntos principales del nuevo Código Civil y Comercial.

“Este proyecto es una síntesis de las ideas que ha sostenido la doctrina jurídica argentina durante más de 30 años”, dijo el magistrado, al tiempo que aseguró: “hemos pensado en código volcado al pueblo, por eso hemos evitado los textos oscuros, o las discusiones abstractas, nos hemos enfocado en soluciones prácticas”.

“Este código tiene la vocación de solucionar problemas prácticos, con un lenguaje sencillo”, dijo el juez y agregó que tiene “la protección de la persona como base”.

Lorenzetti remarcó que “la ley debe ayudar a los argentinos a cumplir su deseos, no debe ser un obstáculo”.

A su turno, la jefa de Estado advirtió sobre la necesidad de “abandonar las posiciones dogmáticas”.

Fernández aseguró que “con esta iniciativa se ha dado un salto absolutamente cualitativo” y manifestó su esperanza de que este año el instrumento sea aprobado. “No se hará a libro cerrado, como ocurrió en el siglo XIX a instancias de Bartolomé Mitre. Este método no será impulsado por nosotros. Estamos ante un acto a partir del cual hay que adoptar métodos distintos”.

La mandataria adelantó que “el gobierno propondrá la creación de una comisión bicameral para el tratamiento de la norma”.

Del acto participaron todos los integrantes del gabinete, gobernadores y legisladores de diferentes partidos; organizaciones defensoras de los derechos humanos y miembros del máximo tribunal de justicia.

El proyecto

El anteproyecto de reforma del Código Civil enviado al Congreso contempla simplificar el divorcio, facilitar la adopción, instaurar los contratos prenupciales y modernizar la legislación sobre fertilización asistida, entre otras muchas modificaciones.

Dentro de la figura del divorcio, si se aprueba la ley de reforma, ya no será necesario el acuerdo de los cónyuges para disolver el vínculo, ni determinar quién es responsable del deterioro de la relación para fijar sentencia. Se tendrá en cuenta la decisión unilateral de uno de los miembros de la pareja y la justicia sólo intervendrá activamente si existe algún conflicto con la división de bienes o la tenencia de los hijos.

También dentro de la institución del matrimonio, el anteproyecto prevé la figura del acuerdo prenupcial, que implica el libre acuerdo sobre los bienes ganados antes del matrimonio y durante el matrimonio.

No obstante, se podrá optar por el régimen actual que preserva los bienes anteriores para cada contrayente y divide los gananciales, es decir, los que se obtuvieron durante el matrimonio.

En el área de la bioética, se considerará persona al embrión implantado en el vientre, mediante las técnicas de fertilización asistida. En la adopción, el espíritu del anteproyecto apunta a simplificar los trámites para obtener la custodia legal de los niños pero no a disminuir las condiciones que deben cumplir quienes quieran adoptar. También incluirá la figura de niños en “situación de adoptabilidad”, esto es, niños que continúen en situación de desamparo luego de seis meses de trabajo social con la familia biológica.

La presidenta resaltó que la reforma del Código Civil contempla también “la propiedad de los pueblos originarios”.