La presidenta Cristina Kirchner cumplió su segundo día de internación en el Sanatorio Otamendi donde permanecerá producto del cuadro de sigmoiditis que sufre desde el domingo, según confirmó la Unidad Médica Presidencia.

Mientras en la Casa Rosada nadie manejaba información precisa de cómo evolucionaba la jefa de Estado y estaban a la espera de un nuevo parte médico, los doctores de la Unidad Médica Presidencial, Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández informaron ayer a las 20, que Cristina continuará internada, sin especificar cuántos días más necesita permanecer en el Sanatorio.

La Presidenta se recupera mientras recibe un tratamiento endovenoso para obtener un resultado más inmediato, para después continuar con un tratamiento oral hasta garantizar que la bacteriemia no se encuentra más en el flujo sanguíneo.

“Se encuentra estable, cumpliendo tratamiento sintomático y con antibióticos endovenosos”, explicita el comunicado de prensa, nuevamente escueto y con pocas explicaciones sobre el origen de la sigmoiditis.

Según pudo saber Clarín la tomografía realizada a la Presidenta confirmó que la sigmoiditis se produjo por una diverticulitis aguda, que es un desplazamiento de los divertículos del colon hacia afuera. En el entorno de la Presidenta anoche se especulaba que podría recibir el alta hoy a la noche o mañana a última hora.

Además, señalaron que la jefa de Estado estaría en condiciones para viajar a Australia la semana próxima y participar de la cumbre del G-20.

Ayer la novedad fue el equipo médico del Sanatorio que realiza el seguimiento de la Mandataria. Se trata de los doctores Daniel Priluka, Alberto Lambierto, Federico Saavedra, Carlos Karmazyn y Eduardo Diez, que se suman a los médicos presidenciales, segú el comunicado oficial.

Con la vista puesta en el G-20, en el Gobierno esperan la pronta recuperación de Cristina Fernández. Allegados al cuerpo médico señalaron que dentro del cuadro infeccioso, la Presidenta “se encuentra estable y de buen ánimo” y que extremaron los recaudos para obtener “una pronta recuperación”.

La Presidenta es alimentada vía suero hasta que la inflamación intestinal disminuya, y después de erradicar la infección “deberá realizar una dieta del tubo digestivo estricta”, explicaron desde el entorno presidencial. Quien más insiste en que Cristina realice todo el reposo necesario y permanezca monitoreada en el cuarto piso del Otamendi, es su hija Florencia Kirchner.