El arzobispo Agustín Radrizzani presidió hoy el tedeum en la Basílica de Luján, del que participó la presidenta Cristina Kirchner. En su homilía citó al papa Francisco en reiteradas ocasiones, se refirió a la pobreza en el país y abogó por la paz.

"La Argentina de hoy tiene demasiados pobres y excluidos, los cuente quien los contare. Lo que hay detrás de los números son personas, hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños. No se trata sólo de un problema económico o estadístico. Es primariamente un problema moral que nos afecta en nuestra dignidad más esencial", expresó, apelando a un discurso del entonces obispo Jorge Bergoglio, del 2010.

El ahora papa Francisco- recordó Radrizzani- al participar en octubre de ese año de la jornada Arquidiocesana de Pastoral Social había señalado que no se puede "admitir que se consolide una sociedad dual" ya que "más allá de los esfuerzos que se realizan, debemos reconocer que somos una sociedad injusta e insolidaria que ha permitido, o al menos consentido, que un pueblo otrora con altos índices de equidad sea hoy uno de los más desiguales e injustos de la región".

El arzobispo señaló que sueña "con una patria más equilibrada socialmente, donde quien tiene comparta y no solo acumule y quien no tiene pueda ser aliviado en su necesidad dignamente, pudiendo encontrar un trabajo que le de bienestar para él y su familia".

Finalmente, pidió a los hombres y a la sociedad que sepan "perdonar para ser perdonados". No faltó en ese punto tampoco otra mención a Bergoglio. Así, aludió a su último mensaje cuaresmal, en el que días antes de ser elegido Papa, exhortaba a combatir la droga, la corrupción y la trata de personas, y criticaba "la incapacidad" de la sociedad para "poder transformar esta lista innumerables de realidades destructoras".

La Presidenta había acordado con el nuevo arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, que volvería a Luján a participar del Tedeum, luego de haberse ausentado varios años consecutivos de la Catedral Metropolitana en medio de las rispideces con Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.

La mudanza del tedeum oficial al interior del país comenzó luego de que en 2004 Bergoglio pronunciara una durísima homilía ante el presidente Néstor Kirchner, en la que advirtió que la Argentina podría ser sobrepasada por el "autoritarismo".

La presidenta Kirchner aprovechó la ocasión para llevar a Luján una de las banderas argentinas que flameó en las Islas Malvinas en 1966, en el marco del Operativo Cóndor, y un pesebre donado por el Vaticano.

Las diócesis del país también se sumaron a esta acción de gracias en las catedrales o templos emblemáticos de cada jurisdicción eclesiástica: en la mayoría de los casos, al convocarla, se reproduce la Oración por la Patria que los obispos argentinos compusieron en plena crisis de 2001-2002.