Sindicalistas gastronómicos atacaron varios comercios por la Avenida de Mayo porque sus trabajadores decidieron no sumarse al paro general antikirchnerista.  

En el emblemático café Tortoni, rompieron algunos de los históricos vitrales y otros negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas y bajar las persianas.

Por su parte, Juan, mozo del bar Pichín, relató por Continental que desconocidos "entraron con palos, nos rompieron sillas y mesas y nos amenazaron para que cerráramos".

En tanto las autoridades del ferrocarril Mitre reconocieron que el servicio no circula normalmente por “cuestiones de seguridad”, como lo es “el corte de vías en la estación Migueletes”, pese a que su personal “está en sus lugares, dispuesto a cumplir con sus tareas”.

Mientras, permanecían cortados los principales accesos a la Capital.