Ante las constantes luchas del Estado para contener las subas cartelizadas de los precios de los fármacos, diputados oficialistas proponen crear una Agencia Nacional de Laboratorios Públicos que unifique criterios y maximice la producción de medicamentos a precios accesibles para el bolsillo argentino. Por Continental, la representante Carolina Gaillard, del Frente para la Victoria, explicó que “se busca estandarizar los cánones de calidad y hacer compras conjuntas que permitan bajar los costos. En suma, ganar soberanía en salud”, graficó en La Mañana.
 
Si bien desde mediados de 2011 existe una ley que fomenta la actividad en todo el país, la producción pública de medicamentos sigue estando ausente en la agenda del sistema de salud nacional, planteó la diputada entrerriana, quien destacó que la propuesta cuenta con el respaldo de varios legisladores. “Reconociendo la salud como un derecho, la producción de medicamentos no puede ser concebida como una mercancía sino como un bien social”, argumentó.
 
En el país existen 40 laboratorios de producción de medicamentos, aunque nueve son apenas farmacias hospitalarias que fraccionan comprimidos. Los que han alcanzado un elogiable nivel de gestión y producción son, según los especialistas, Puntanos de San Luis, Hemoderivados de Córdoba, Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM) de Rosario y Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe, que tienen modelos de funcionamiento autárquico.
 
Los laboratorios de producción pública pasaron de una producción de 90 millones de unidades en 2003 a 620 millones en 2010, con un crecimiento del 680 por ciento. La capacidad potencial plena ha sido calculada en 680 millones de unidades anuales, es decir, que se aproximan a su techo productivo, aunque con disparidades, ya que sólo 8 de los 40 son proveedores del Programa Remediar del Ministerio de Salud de la Nación.
 
La idea de esta agencia es que además de potenciar la actividad, se logre avanzar en los estándares de calidad, para garantizar que los medicamentos públicos sean seguros. Otra idea que ronda alrededor de la propuesta es que se realicen compras centralizadas de activos, de manera que el sistema público gane mayor competitividad en el mercado de medicamentos, así como también intervenir en el mercado en la formación de precios de referencia y en la producción de medicamentos huérfanos.