El juez federal Sebastián Casanello remarcó que "no se presentó la documentación" ni las denunciantes "ratificaron la denuncia" del supuesto espionaje de parte de organismos de inteligencia del Estado contra políticos, famosos y periodistas, tal como se difundió ayer en los medios de comunicación luego de que las diputadas del PRO, Laura Alonso y Patricia Bullrich, hicieran la presentación en la Justicia. Dos juzgados federales -el de Casanello en Comodoro Py y el de Sandra Arroyo Salgado en San Isidro- recibieron la presentación de supuesto espionaje contra el Servicio de Inteligencia del Ejército y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Casanello explicó que esa denuncia "se hizo cerca del mediodía, se presentó sin mayores precisiones que (las que) obran en los portales, y sin documentación. Dado el tenor de lo denunciado, y aún sin que la denunciante se haya presentado a ratificar, lo enviamos al fiscal (Ramiro González) para que dictamine", confió el magistrado. Asimismo, Casanello recordó que a partir de ese momento el fiscal cuenta con "24 horas para dictaminar" pero que en causas más complejas "a veces se toman más tiempo".

Sin embargo, el juez puntualizó que "ayer, cuando habían pasado apenas un par de horas de la presentación, los periodistas empezaron a llamar y a preguntar en base a listados que nosotros nunca tuvimos. Lo que se presentó fue un escrito como figura en los portales, pero sin documentación". En la misma línea, manifestó que "la fiscalía, a las 12 de la noche de ayer seguía trabajando en el requerimiento de instrucción sin que esos listados hubieran llegado" y recordó que el juez "no puede hacer ninguna medida previa".

"Ni bien recibimos el requerimiento de instrucción ordenamos las primeras medidas instructorias y secreto de sumario, por eso sobre la causa en sí no podría decir absolutamente nada, pero si es cierto que nos sorprendió muchísimo la difusión pública inmediata", destacó. En este sentido, recordó que "el éxito" de las investigaciones depende también del secreto durante las primeras horas, "dicho mal y pronto esto es como ir a espiar y tocar el timbre. Quien anuncia que va a llamar o es tonto o tiene malas intenciones", definió el magistrado en referencia a la forma en la que se produjeron los hechos.