La documentación que revela los fondos no declarados por 4.040 argentinos en el HSBC corresponde al año 2006, cuando un ex ejecutivo del banco, Hervé Falciani, tomó información confidencial de las cuentas, se exilió en Francia y entregó los documentos a la Justicia de ese país.

Por tal motivo, el gobierno nacional debió reconocer que lo más probable es que no pueda denunciar a esas personas por el delito de evasión fiscal porque vencieron todos los plazos.

"Hay todo un grupo de abogados y asesores impositivos acostumbrados a litigar. Se juegan a lograr la prescripción o las condenas tardan 14 años. Esta situación amerita que haya una Comisión Bicameral (del Congreso) en este caso para salir por arriba del laberinto, porque las causas judiciales no tienen éxito", explicó el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, en declaraciones radiales.

El funcionario explicó que quizá no puedan acusarlos por evasión de dinero, pero sí podrían utilizar otras figuras penales para ir a la Justicia: "Ese evasor tuvo dos oportunidades para blanquear esa situación (NdR: se refiere a los blanqueos de capitales abiertos por el Gobierno). Se podría haber utilizado. Si a esta altura de los hechos se descubre una masa de dinero en el extranjero y no se presentó, quiere decir que atrás del delito de evasión no se pudo justificar ese dinero. Se presume que la gente cometió otros delitos, como narcotráfico, tráfico de armas, trata de personas, estafas al Estado o corrupción".

Lo que sí no prescribe es la figura de lavado de dinero que el Gobierno utiliza para acusar al banco HSBC. "Una cosa es el delito que hizo la persona, que puede ser evasión tributaria. Pero esa evasión tiene a su vez una masa de dinero que está vigente y no se puede legalizar a futuro. El banco usa esa masa de dinero para materializar el delito. Con esa masa está el delito de lavado de activo vigente. No prescribe", señaló.