El empresario Carlos Molinari explicó hoy ante la Justicia que Leonardo Fariña se acercó a él para concretar varios emprendimientos económicos y justificó sus compras millonarias en favor del exmarido de la modelo Karina Jelinek.
  
Molinari se presentó ante el juez federal Sebastián Casanello tras ser convocado a indagatoria, aunque se negó a contestar
preguntas y presentó un escrito con su descargo, tras ser acusado como supuesto legitimador del dinero que manejaba Fariña,
procesado en la causa por lavado de dinero. 
  
En el escrito, al que accedió NA, el empresario señaló queconoció a Fariña en 2010 por medio de un abogado, quien se lo
presentó como alguien que podía conseguirle negocios.
  
Según Molinari, en el primer encuentro Fariña "hizo especial hincapié en su desempeño en una empresa que ofrecía leasing de
camiones, y en la estructuración de un fideicomiso para una empresa del constructor Lázaro Báez", esto es Austral Construcciones y por una suma de 350 millones de pesos.
  
La acusación de Casanello contra Molinari es porque aparecería en el entramado para darle un marco legal al dinero que pasó por las manos de Fariña y por bienes de lujo que no puede justificar: incluso el empresario le pagó su boda con Jelinek por la suma de1.957.611 de pesos y compró una Ferrari modelo California dominio INP622 que usaba frecuentemente.
  
Entre los negocios propuestos por el ex de la modelo estuvo el de "armar una rentadora de autos de alta gama" y hasta avanzaron en conversaciones para instalar un local en Puerto Madero, indicó el empresario.
  
Sobre la Ferrari, Molinari explicó que la compró porque era "apropiada para el negocio que estaba gestándose", y que fue su hijo quien, junto a Fariña, vio el vehículo en Punta del Este.
  
La compra -tal cual detalló- la hizo por un valor de 380 mil dólares al dueño de la Ferrari, Mauricio Filiberti, y que en función de que podía demorar la transferencia del bien pidió a éste dos poderes para que el auto pudiera ser conducido desde el balneario uruguayo a la Ciudad de Buenos Aires: los mismos fueron a nombre de su hijo y de Fariña.
  
"Eran las personas que iban a empezar a exhibir una de las principales adquisiciones de este emprendimiento", argumentó.
  
Molinari reconoció que la Ferrari era utilizada por Fariña en menor medida a como lo hacía su hijo y que mientras tanto fue adquiriendo otros vehículos para el proyecto: un BMW X6, un AUDI S3, un BMW M3, otro AUDI R8 y sumó otros que él ya tenía en su poder (un Mercedes Benz E 350 Coupe; una BMW Serie 3, una Land Rover Freelander).
  
Sobre el por qué pagó el casamiento de Fariña-Jelinek, hoy ya en proceso de divorcio, dijo que lo hizo para darle un perfil
"empresarial" a la carrera del joven y que el evento fuese aprovechado para que se "posicione mejor para estar a cargo de la
rentadora".
  
Incluso, Molinari dijo que le propuso realizar la fiesta a la organizadora Bárbara Diez en su casa de fin de semana ubicada en
el country Highland Park, en Del Viso, pero que ella optó por otro lugar y así fue como finalmente se concretó en el salón Tattersall
de Palermo.
  
Según indicaron fuentes judiciales consultadas por NA, lo llamativo fue que al prestar declaración testimonial en el expediente Barbara Diez nada dijo sobre que se analizó primero la posibilidad de hacerla en esa casa de fin de semana de Molinari.
  
"El casamiento de Fariña fue organizado como un evento empresarial", sostuvo Molinari, quien dijo que la idea era lanzar al joven como "empresario exitoso, descontracturado y con mucha proyección a futuro".
  
Pero los negocios nunca salieron a la luz: "Los supuestos inversores y grandes empresarios que Fariña acercaría a mis desarrollos inmobiliarios seguían sin aparecer", apuntó Molinari, por lo que ahí creció su desconfianza hacia el joven.
  
La falta de negocios concretos que había prometido y "la mala repercusión mediática que habían tenido sus apariciones en
distintos programas televisivos" fue lo que Molinari justificó para alejarse de Fariña.
  
"Definí ponerle punto final a la relación con dicha persona. Comencé a advertir que las palabras y las actitudes no se concretaban en hechos y que además de no aportar nada en los negocios que proponía me perjudicaba en los propios", agregó en el escrito. 
  
El empresario dijo, además, que el dinero para pagar el casamiento como la compra del vehículo fue fruto de su trabajo y que, incluso, en las inspecciones que tuvo él por parte de la AFIP "no se cuestionó el origen de los fondos".
 
"Tenga en cuenta, toda vez que mi supuesto incremento patrimonial injustificado se habría generado con anterioridad a mi
relación con Fariña", argumentó.
  
En la presentación, sugirió a Casanello que cite a declarar como testigo al encargado de seguridad de su oficina ubicada en
Avenida Libertador para mostrar que la Ferrari en cuestión también aparecía frecuentemente por su cochera; al tiempo que ofreció
aportar el plan de negocios del proyecto de la rentadora de vehículos que iba a poner con Fariña.
  
Molinari pidió también gran cantidad de testimoniales y pidió su sobreseimiento.
  
Para el 7 de julio próximo está citado como indagado y bajo la misma acusación el empresario Roberto Jaime Erusalimsky, quien compró cinco campos en Mendoza a Fariña por un monto total de 1,8 millones de dólares, cuando se constató que los había
adquirido primero a un monto muy superior, de 5 millones. 
   
En la causa, Fariña y el financista Federico Elaskar están procesados por lavado de dinero y también se investiga bajo la misma figura al empresario Lázaro Báez y a su hijo Martín, entre otros.