En medio del conflicto político que provocó la quiebra de la imprenta Donnelley, en el Congreso se presentó un proyecto de ley para expropiar y estatizar la compañía y que su gestión quede a cargo de los trabajadores, que esta semana continuaron con las operaciones habituales de la planta.

La iniciativa fue presentada por el Frente de Izquierda y contaría con el apoyo de legisladores de otros bloques opositores y también del kirchnerismo.

El proyecto de norma declara "de utilidad pública y sujetas a expropiación" las instalaciones de Donnelley, imprenta de capitales norteamericanos, y propone crear "una nueva empresa estatal quedando la gestión de la misma a cargo de sus propios trabajadores".

"Defendemos lo resuelto por los trabajadores de Donnelley, que tomaron la planta y la pusieron a producir inmediatamente después de que la patronal declarara la quiebra fraudulenta y cerrara las puertas de la empresa y por eso les presentamos este proyecto que fue votado en asamblea", explicó el diputado del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño a través de un comunicado.

Agregó que "[la ex imprenta] Ciccone se estatizó en tiempo récord al servicio de la corrupción y los negociados de [Amado] Boudou y compañía; Donnelley tiene que ser expropiada y estatizada inmediatamente para que sean sus propios trabajadores los que la gestionen".