La presidenta Cristina Fernández se sometía esta mañana a una intervención quirúrgica programada por un cáncer de tiroides. Tomará veinte días de licencia para su recuperación, en los que el Poder Ejecutivo quedará a cargo del vice Amado Boudou.

Según trascendió, el doctor Pedro Saco, jefe del equipo médico que la opera, decidió extirpar totalmente la glándula tiroides para mayor seguridad, aunque ratificó que el carcinoma no había afectado los ganglios linfáticos ni había señales de metástasis, según especificó el comunicado oficial del martes pasado.

Esta mañana, centenares de militantes de diversas agrupaciones kirchneristas acampaban frente al Hospital Austral en una vigilia por la salud de la jefa de Estado.

El doctor Ricardo Kirchuk, director médico del Instituto Roffo, aseguró por Continental que “es adecuado el Hospital Austral de Pilar”, en donde decidió operarse la presidenta Cristina Fernández. Es por “la necesidad de tener tranquilidad (que da un sitio apartado) y seguridad”.

En Magdalena Tempranísimo, subrayó que “el papiloma de tiroides es el más curable de todos. Es el más sencillo de operar en mujeres. En el 90 por ciento de los casos no presenta dificultades”.

Kirchuk anticipó que “el patólogo examinará un pequeño ganglio que el cirujano le acercará en el momento de la intervención” para decidir “si hay o no más ganglios comprometidos para extirpar”.

Asimismo, explicó que, “al primer mes o dos de cumplida la operación, el paciente comienza a tomar yodo radiactivo. Es para eliminar todo tejido tiroideo que haya quedado en el cuello”.